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miércoles, 16 de noviembre de 2016

Challenge Me!: Destructor

(Continuación “Purgatorio”)

Miré a través de la pantalla del televisor como el Destructor habría en canal a la mujer obesa con un cuchillo. «Uno menos…» pensé mientras cogía el móvil para observar el tiempo que quedaba para el cierre de la segunda descarga. Estaba a punto de terminar por lo que entré en la pestaña de mejoras y pagué por un par de bombas que envié a las gemelas.

Volví la vista al televisor esperando ver la cara de las mujeres al encontrar mi regalo, pero la imagen mostraba al participante número uno escondido tras unos bloques de hormigón.

—Tenemos a una rata cobarde. —La voz de la presentadora resonó por unos altavoces y un foco iluminó directamente la zona donde se ocultaba—. No tendrás miedo, ¿verdad, Uno?

Uno, sorprendido, miró hacia arriba quedando cegado unos segundos. Se levantó cuando recuperó algo de visión y corrió, adentrándose en el pasillo que había enfrente suyo.

Verifiqué que me había cobrado la transacción por las granadas cuando un grito me hizo volver la mirada a la televisión. La imagen mostraba a las gemelas retorciéndose de dolor en el suelo, junto a una caja roja que brillaba. «¡Mis bombas!»

No muy lejos de allí se encontraba Uno, quien se aproximaba a las gemelas tras escapar de su escondite. Al entrar en la misma estancia en la que se encontraban las mujeres se acercó a la caja y la abrió, descubriendo unas granadas cortesía de algún espectador. 

Maldiciéndole voté para que la tercera descarga fuera para él. La presentadora explicó el inesperado giro al público, quien disfrutó con una repetición en la pantalla donde se veía el momento en que las gemelas se dirigían a la caja y eran sacudidas por la descarga eléctrica.

Uno cogió las granadas y miró a las gemelas, una de ellas al parecer estaba inconsciente pero la otra le miraba aterrada, inmóvil en el suelo. El sonido de unos golpes aproximándose a ellos les hizo desviar la mirada hacia la puerta.

En ese momento la televisión cambió a la imagen del Destructor caminando por el pasillo. Se dirigía con paso decidido a la sala donde estaban los demás participantes, mientras golpeaba con el mango del cuchillo las paredes metálicas. El público enloquecía por segundos al ver aquella imagen. 

Uno miró a la mujer que estaba consciente y retrocedió unos pasos. Ella al verlo alejarse le tendió la mano pidiéndole auxilio pero un repentino apagón les dejó a oscuras. Los golpes en la pared cesaron y se hizo el silencio.

Tras unos segundos de desconcierto, una luz roja iluminó tenuemente la estancia y el sonido metálico volvió a reanudarse. Uno trató de comprender que pasaba, pero antes de darse cuenta descubrió aterrado la figura de un hombre armado con un cuchillo apareciendo por el umbral de la puerta.

Destructor: ¡Ponle nota!

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